Tuesday, June 28, 2011

Los niños en la cocina...

Tengo un sobrino de ocho meses y no puedo esperar a que crezca para verlo correr por todo mi apartamento. Imagino sus manitos llenas de masa, su carita sucia junto a la sonrisa que siempre lo acompaña y en su cuerpecito un delantal lleno de comida, para el que, sólo quede la opción de llevarlo al cesto de la basura.

Debo confesar que ya le compre su primer gorro de chef (porque soñar no cuesta nada), sin embargo tendría que diseñar una estrategia, para que mi hermano apruebe que su primer hijo sea mi ayudante de cocina favorito. Pues, en cuanto a él respecta, este puede ser el sitio más peligroso del mundo porque hay fuego, cuchillos, superficies resbalosas y quizás, el elemento más peligroso en su mente de abogado. Yo.

Así mismo, a partir de este momento consideraré este artículo una pieza clave para salirme con la mía, e introducir a mi sobrino en el mundo de la gastronomía. ¡Quien quita! tal vez, algún día todos vayan a comer a nuestro restaurante. Por ahora, el nombre del lugar es lo de menos, primero debo atraer el interés del pequeño hacia la cocina. 

De esto modo, amigo lector le daré una de mis recetas, junto a un listado de consejo para que logre entretener a sus hijos, sobrinos, primos o cualquier niño que tengan a la mano a la hora de cocinar.

Por ejemplo, si usted tiene problemas para que los padres les presten los niños adviértales sobre la importancia de conocer de dónde vienen los alimentos. Cuestione fuertemente sus creencias y pregúnteles: ¿Quieren que sus hijos sean de aquellos niños que dicen que las frutas vienen del Publix?, si esto no funciona (cosa que dudo con vehemencia); es bueno tener un plan B, ¿pensaba qué ustedes se preocupaban por que su hijo fuera el mejor de la clase?

En ese momento, cuando los padres de estos niños abran los ojos y se encuentre a dos segundos de golpearles; ustedes… interrumpen el momento de furia argumentando que en la cocina se aprende a contar. Así, “Agrégale dos huevos o pásame una zanahoria...” y Si esto no es suficiente, siempre pueden explicarles que cocinar desarrolla la creatividad, eleva la autoestima o pueden dar la razón superflua más importante para un papá, que con esto se cansan y se van a dormir temprano.

Una vez tengan a los niños en la cocina, compartan a partir de esta receta:

¡PIZZA!
Una excelente opción para que los niños ayuden a amasar y a decorar a su antojo la pizza, aquí les va la receta.

Ingredientes: 

1 kilo de harina de trigo leudante
3 tazas de agua
3 cucharadas de sal
1 de azúcar
15 gramos de levadura (opcional)


Preparación:

Mezclar todos los ingredientes secos y luego ir agregándole el agua poco a poco, si desean que la masa quede más esponjosa, pueden reemplazar un poco del agua por soda; dejar reposar la masa un rato. Luego de amasar, podrá decorar con la cantidad de queso, vegetales o carnes que los niños prefieran.

Recuerden que los niños a veces hacen combinaciones duras para nuestro paladar, pero intenten no quejarse e indicarles que les quedo deliciosa. Finalmente, no sólo van a ayudar a fomentar su autoestima, van a permitir que se expresen libremente.